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¿Quién puede ser llamado, en verdad, maestro? Ningún hombre común, ciertamente, es digno de dicho título. En verdad, rara vez aparece sobre la tierra uno de aquellos seres de la divina corte, a quienes se refiriera el maestro galileo, al afirmar: "Quienquiera que crea en mí [la Cociencia Crística], las mismas obras que yo hago hará también".
Los hombres se transforman en maestros a través de la disciplina de su pequeño ser, o ego; a través de la eliminación de todos los deseos, excepto uno: el deseo de encontrar a Dios; a través de una devoción incondicional al Señor, y a través de la meditación profunda, esto es, de la comunión del alma con el Espíritu universal. Aquél cuya conciencia se encuentra inamoviblemente establecida en el Señor, la Realidad Única, merece en verdad ser llamado "maestro".
Extraído del libro "Máximas de Paramahansa Yogananda"
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