Ella llora y ríe al mismo tiempo, y estrechándolo contra su pecho le responde:
"Tú estabas escondido en mi corazón, amor mío, tú eras su deseo.
"Estabas con las muñecas de mi infancia; y cuando, cada mañana, yo modelaba con arcilla la imagen de mi dios, en verdad era a tí a quien hacía y deshacía.
"Estabas en el altar junto a la divinidad de nuestro hogar; al adorarla a ella, a tí te adoraba.
"Has vivido en todas mis esperanzas, en todos mis amores, en toda mi vida y en la vida de mi madre.
"El Espíritu inmortal que preside nuestro hogar te ha albergado en su seno desde el principio de los tiempos.
"En mi adolescencia, cuando mi corazón abría sus pétalos, tú los envolvías como un flotante perfume.
"Tu tierna suavidad aterciopelaba mis carnes juveniles, como el reflejo rosado que precede a la salida del sol en el oriente.
"Tú, el predilecto del cielo; tú, que tienes por hermana gemela la luz del alba has sido traído por la corriente de la vida universal, y al fin te detuviste sobre mi corazón.
"Mientras contemplo tu rostro, me siento sumergida en una ola de embeleso: tú, que a todos perteneces, te has hecho mío.
"Te estrecho contra mi corazón, temerosa de perderte. ¿Qué magia ha entregado el tesoro del mundo a mis frágiles brazos?"
* * *